miércoles, 1 de septiembre de 2010

Top Gear

En mis ratos de ocio y flojera de las pasadas vacaciones de verano, haciendo el zapping decidí por primera vez detenerme en el programa Top Gear. Ya me lo habían recomendado varios conocidos pero por una extraña razón estaba renuente a verlo (aún cuando se trata de una producción de la BBC, que para mí es un estándar de buena televisión).

Tal vez mi renuencia para ver el programa estaba en que es un show dedicado al automóvil. Poniéndolo con estas palabras se escucha de flojera. Digo esto porque las personas, y en especial los hombres, que se aficionan por los coches me dan una flojera impresionante, no los entiendo. Que hablen del motor, caballos de fuerza, rines, etc no me emociona para nada. Sin embargo Top Gear me cautivó antes del primer corte comercial. Es verdad que sus conductores, Jeremy Clarkson, Richard Hammond y James May son unos mega clavados de los autos, pero para mí Top Gear es mucho más que eso.

No sólo te explican las características del coche (confieso que eso no lo entiendo ni quiero hacerlo) sino que realmente ponen a prueba los alcances, beneficios y dificultades que se pueden llegar a tener con un auto en específico.

Las carreras son lo que más me gusta del programa. Son retos en los que Jeremy desafía a sus compañeros a recorrer ciertas distancias, o ir de un país a otro, él yendo en el auto y los otros dos moviéndose en otro tipo de transporte (han usado por ejemplo el transporte público de Japón, o un avión, incluso caballos). Quien llegue primero a la meta no sólo comprueba o descalifica al auto sino que se burla del perdedor.

Como un extra al show se disfruta del humor tan inglés de los conductores. El sarcasmo y la competitividad están a todo lo que da.

Ahora soy fan del programa y de Jeremy Clarkson.

P.S. Si sufres de insomnio Top Gear es una muy buena opción para ver de madrugada pues pasan las repeticiones